Declaración emitida, a propuesta de la APDH, por el Directorio del Ente Interjurisdiccional que regula y administra el predio de la ex ESMA. (1)
Hace treinta años, nuestro país sumido en la etapa más tenebrosa de su historia, víctima del Estado Terrorista institucionalizado por el golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976, recibió como un rayo de luz y de esperanza, la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos.
La conjunción de intereses antinacionales y antisociales, que promovió el quebrantamiento del orden constitucional y la imposición a sangre y fuego de la transformación regresiva más trágica de la historia argentina, estuvo integrada no sólo por los mandos de las fuerzas armadas, sino también por el poder económico local en connivencia con las corrientes políticas más reaccionarias del país, junto a la complicidad de las cúpulas eclesiásticas y de los principales medios de comunicación social.
Todo ello en el marco y en sintonía con la imposición a escala global de la contrarrevolución conservadora que, bajo la férula del neoliberalismo, arrasó con las conquistas sociales para poner fin al sueño del Estado de Bienestar imperante como meta después de la hecatombe bélica de la II Guerra Mundial.
La resistencia de un pueblo que mantenía la memoria histórica de sus luchas y conquistas políticas y sociales fue aplastada por un plan sistemático de desaparición forzada de personas, la creación de centros clandestinos de detención, tortura y exterminio, junto a la supresión de toda forma de expresión de la voluntad popular.
Frente a la denuncia y condena internacional contra el accionar genocida de la dictadura, claramente inspirada en un sentimiento de solidaridad con el pueblo argentino, el régimen terrorista trató de neutralizarla denunciando una supuesta campaña antiargentina.
Este intento no pudo evitar su aislamiento ante la comunidad internacional. Por este motivo, el gobierno de facto, en un intento por quebrar la repulsa internacional, dispuso en el año 1979, por primera vez la salida del país del dictador Jorge Videla para visitar al Estado Vaticano con el propósito de presentar su saludo al Papa recientemente designado.
En esas circunstancias fue entrevistado en la ciudad de Roma por walter Mondale, el vicepresidente del gobierno de James Carter de los Estados Unidos, quien le entregó una lista con centenares de casos de desaparición forzada de personas, contundente documento que refutaba la cínica negación de esa trágica situación por parte de la dictadura.
Este hecho provocó una crisis en la Junta Militar gobernante, que derivó en su decisión de permitir la postergada visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, lo que constituyó un hito fundamental en la lucha del pueblo argentino por la recuperación del derecho a la vida y el restablecimiento de las instituciones de la democracia.
A pesar de las medidas adoptadas por la dictadura, como el traslado de detenidos, el intento de ocultar y borrar huellas de los centros clandestinos de desaparición y exterminio, el hostigamiento a los familiares de las víctimas y a los organismos de defensa de los Derechos Humanos, no impidieron que miles de personas pudieran dar lapidario testimonio sobre el horror que asolaba al país.
La visita del calificado grupo de juristas de la CIDH fue un hecho de significativa trascendencia. Tras comprobar a través de un denodado trabajo la magnitud de los crímenes de lesa humanidad perpetrados en el país, elaboró un valiente y minucioso informe que puso al desnudo la naturaleza genocida del régimen dictatorial.
Por todo lo expuesto, las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, que integran el Directorio del ENTE INTERJURISDICCIONAL del ex Predio de la ESMA, lugar emblemático de la represión, expresan su profundo reconocimiento, a treinta años de aquellas históricas jornadas, a los integrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos.
Mesa Directiva de la APDH
Buenos Aires, Septiembre de 2009
(1) Declaración emitida, a propuesta de la APDH, por el Directorio del ENTE INTERJURISDICCIONAL que regula y administra el predio de la ex ESMA.
Fue leída el 11 de septiembre de 2009 en el acto de homenaje a la Comisión Interamericana Derechos Humanos (CIDH) realizado con motivo de celebrarse el 30º Aniversario de la visita a la Argentina de este organismo de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Esta trascendente visita fue realizada en el mes de septiembre de 1979, durante la imposición del Terrorismo de Estado en nuestro país, con la misión de investigar in situ las graves denuncias sobre violación a los derechos humanos.
Participaron de esta emotiva conmemoración, la Presidenta de la Nación, el Ministro de Relaciones Exteriores y otras altas autoridades gubernamentales, junto a los actuales integrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con la presencia de algunos de los miembros homenajeados de aquella histórica visita.