La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de la Zona Norte de la Provincia de Buenos Aires (APDH-ZONA NORTE) manifiesta su beneplácito al cumplirse un año de la fundamental sentencia sobre el denominado Juicio Ford, llevado a cabo en uno de los Juzgados de San Martín, el TOF N°1 ubicado sobre la calle Pueyrredón 3728. Sentencia que tuvo enorme trascendencia en el marco de la condena a los CEOS de esa empresa.
La denominada “pata civil” del terrorismo de Estado es aquella que operó en distintos lugares de trabajo, implementando una cultura del miedo basada en la represión, contribuyendo a ser parte de un engranaje necesario para implementar un modelo económico que debilitara el modelo sindical de base y combativo que, en esa época, se caracterizaba por una enorme presencia en el tejido social. Ford, funcionó como un cenit donde aplicar las prácticas genocidas, para consolidar el modelo de país que los sectores hegemónicos de nuestra nación deseaban implementar.
Los sectores empresariales y del capital pasaron así a formar parte de la articulación del terrorismo de Estado denunciando a sus trabajadores, delegados y juntas internas, para disminuir los reclamos de la clase trabajadora y su poder de articulación con los sectores populares. Ésto permitió modificar el entramado social para lograr acrecentar el poder de las patronales y los sectores sociales que en ella se veían representados .Por ello, el Juicio Ford es, en este sentido un “caso testigo”.
Por lo expuesto anteriormente, es que nos sorprende que, transcurrido un año de aquella sentencia, ésta aún no tenga su veredicto final, siendo que en el marco de la Memoria, Verdad y Justicia dicho juicio es fundante en la mirada integral sobre las implicancias y las formas que adquirió el genocidio en Argentina. Avanzar en esta cuestión, conlleva asimismo a una comprensión mucho más profunda sobre el movimiento obrero en la zona norte de la Provincia de Buenos Aires y cómo se ejerció el ataque hacia la clase trabajadora para imponer un modelo social, político y económico que aún padecemos.
Es en sintonía con ello que nos provoca un profundo pesar el enorme retardo en la señalización de la fábrica FORD en la localidad de Tigre como un ex centro de desaparición, tortura y exterminio, dado que ahí funcionó el quincho de dicha fábrica, dentro del predio como un centro clandestino.
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
19 de diciembre de 2019