LA SITUACIÓN EN BRASIL - EL CASO LULA
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos no puede dejar de manifestar su enorme preocupación por el fallo del Supremo Tribunal Federal de Brasil, contra Luis Ignacio Lula da Silva, ex presidente y líder popular de ese país, y las consecuencias y alcances de tamaña decisión.
La sentencia recaída en el caso, no sólo vulnera el principio de presunción de inocencia, con lo que ello implica para el sistema democrático que rige en ese país, sino que contraviene la Convención Americana de Derechos Humanos, de la que es signataria la República Federativa del Brasil, que asegura a toda persona, en caso de ser inculpada de un delito, el goce de garantías judiciales, como el derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad y que se cumpla con el debido proceso legal.
La propia Constitución brasileña ha incorporado esa garantía por la que nadie puede ser considerado culpable hasta quedar firme la sentencia penal condenatoria, así entonces relativizar el principio de la presunción de inocencia, acarrea un riesgo para todas las personas y pone en jaque al mismo Estado de Derecho.
En ese escenario, imponer la hipótesis de saltar instancias recursivas con el objetivo de encarcelar a alguien, en este caso a un referente indiscutible de los sectores más vulnerables de su país, con muchas chances de alcanzar la Presidencia de esa Nación en elecciones libres, resulta un precedente muy grave no ya para el Brasil sino en el marco continental, motivo por el cual la APDH, sigue con especial atención la delicada situación que atraviesa el hermano país y alerta acerca de las amenazantes manifestaciones golpistas efectuadas por un grupo de civiles y militares, animados por los medios de comunicación hegemónicos y con la complacencia de la corporación judicial, ante la posibilidad de un resultado que pudiese contravenir sus intereses y privilegios, opuestos a lo que la propia Constitución y las leyes brasileñas mandan. Enemigos declarados del orden constitucional y de la democracia, son los que promovieron el golpe del 2016 contra Dilma Rouseff y tienen ahora como objetivo sacar a Lula del medio, mientras dilapidan las conquistas logradas en los gobiernos del PT, que benefició a la inmensa mayoría del pueblo brasileño.
Advertimos que esta situación pone en riesgo el sistema de derechos y garantías de la región, que tanto nos costara conseguir, tras largos años de dictaduras cívico-militares genocidas y gobiernos títeres.
Somos concientes de que este ensayo por ahora exitoso y que vemos repetirse en otros países de nuestro continente, procura demoler los logros alcanzados en los años pasados por gobiernos, que con matices diversos, supieron parecerse a sus pueblos.
Estimamos que esta crisis sólo podrá resolverse mediante el llamado a elecciones libres y democráticas con la participación de todas las fuerzas políticas y sin proscripciones de ninguna naturaleza y aspiramos que así suceda.
Finalmente queremos expresar nuestra solidaridad para con el ex Presidente Luis Ignacio Lula da Silva y el conjunto de organizaciones sociales, políticas y sindicales del Brasil, que están siendo objeto de una violencia sin precedentes, que ya se ha cobrado decenas de vidas.
No olvidamos a Marielle Franco y a todas las víctimas de esa violencia.
Buenos Aires, 5 de abril de 2018.
