La Regional CABA de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) expresa su preocupación por la desidia que se vive en el Hospital Borda. El Gobierno de la Ciudad desoye las advertencias y amparos judiciales y se reiteran las muertes evitables.
El viernes 22 de mayo nos enteramos de la muerte, evitable, de Jorge Marchegiano, quien fue atacado por una jauría mientras paseaba por el predio del nosocomio. Cuando los médicos alertaron que el paciente no estaba adentro de la institución lo fueron a buscar, lo encontraron moribundo y lo trasladaron al Hospital Penna, donde falleció.
Los trabajadores del Borda habían advertido a las autoridades sobre los animales que deambulan por el lugar. Existe además un amparo en el que se denunciaban las paupérrimas condiciones en que se viven en los pacientes en los cuatro nosocomios porteños.
Entre esos reclamos se mencionaba la urgencia de erradicar las jaurías de perros callejeros que se pasean por los predios de esas instituciones.
La Justicia ordenó al Gobierno porteño que tome medidas urgentes para garantizar la seguridad y salud de los pacientes y trabajadores del nosocomio. Las reiteradas muestras de desidia del Gobierno de la Ciudad se observan no sólo en la muerte del paciente del Borda, sino también en muchos casos graves. Como la falta de agua en la Villa 31, que causó la muerte de Ramona Medina, entre otros habitantes, y el contagio masivo en geriátricos de la Ciudad.
Todas estas son situaciones evitables y se producen por las políticas que desde hace 13 años venimos padeciendo.
En este marco queremos expresar nuestra solidaridad con lxs compañerxs del hospital Borda, particularmente con lxs que organizadamente se enfrentan a una dirección que, junto con corporaciones profesionales, parece desconocer, al igual que el Gobierno de la Ciudad, la vigencia de las leyes nacional 26.657 y 448 de CABA.