APDH Regional Esquel expresa su más profunda solidaridad con el pueblo hermano del territorio de Chile- Gulumapu, y el más enérgico repudio a la brutal represión y crímenes de las fuerzas de seguridad avaladas por el gobierno de Sebastián Piñera, al tiempo que exigimos el cese inmediato de la violencia contra el pueblo.
La verdadera historia nos llega a través de audios e imágenes profundamente dolorosas de las personas en las calles, y de los medios alternativos de comunicación. Mientras, los medios concentrados y hegemónicos tergiversan la realidad, siendo cómplices ahora como siempre del padecimiento del pueblo.
Los actos de desobediencia que comenzaron hace una semana, protagonizados por estudiantes ante la suba desmesurada del costo del transporte en Santiago, se transformaron rápidamente en una rebelión generalizada que expresa por estas horas el instante en que un sistema de opresión y miseria se agota, el instante en que un pueblo decide una vez más poner en juego sus cuerpos como única y última forma de decir BASTA. Es la confrontación entre dos paradigmas, es a qué se le da valor en la organización económica, social y política de una sociedad, la acumulación del capital o la vida digna.
Los relatos que llegan en páginas escritas apresuradamente o en audios agitados desde las barricadas, dan cuenta de décadas de avasallamiento de múltiples derechos. Educación semiprivada y meritocrática, sistema de salud semiprivado, trabajo precarizado, inestable, explotación y riesgo laboral. Diez familias dueñas de todo, servicios públicos de los más caros del mundo, casta política millonaria con privilegios próximos a una monarquía, corrupta y desacreditada. Privatización y negocios abultados del sistema de jubilaciones. Privatización y depredación del territorio y sus bienes comunes naturales, particularmente el agua. Criminalización, persecución, prisión política y muerte de integrantes del pueblo mapuche. NEOLIBERALISMO, todo aquello que se impuso tras el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende.
El gobierno ha respondido anunciando que está en guerra, declarando toque de queda y avalando a las fuerzas de seguridad en protagonizar brutales hechos de violencia y vulneración de derechos humanos como si no hubieran transcurrido casi 30 años desde el fin de la dictadura pinochetista. Un gobierno en guerra contra su propio pueblo. Más de una decena de personas muertas, mujeres víctimas de vejaciones, torturas, cientos de heridos y detenidos son la consecuencia de un modelo neoliberal que ya no puede imponerse más que por la violencia.
En defensa de los derechos humanos y bregando por aquella paz que surge de la justicia, llamamos a la comunidad toda y sus organizaciones sociales y políticas a expresarnos juntxs en contra de esta brutal represión.
Exigimos a nuestro gobierno abstenerse de ordenar la represión de la expresiones de solidaridad de nuestro pueblo, como sucedió el día de ayer en Mendoza. Le solicitamos así mismo posicionarse públicamente en favor del resguardo de la seguridad y vida de las personas del país hermano, al tiempo de trabajar en pos que éste presente de Chile no sea nuestro futuro próximo.
EL AVASALLAMIENTO DE LA DIGNIDAD DE UN SOLO SER HUMANO, ES LA DENIGRACIÓN DE LA HUMANIDAD TODA.