La Muerte Joven: Sociedad, Medios, Empresaries y Estado.
Un joven policía se suicida. Otro joven es acuchillado. Un camarero de tan sólo 20 años es maltratado y golpeado por un cliente, al grito de "vos a mí me atendés cuando yo quiero!". Un pibe de 19 años es masacrado por una "manada" rabiosa y cruel.
Las historias se repiten. Algunas son ocultadas por los medios de comunicación; otras, en cambio, son exprimidas hasta la última gota de sangre por motivaciones económicas, políticas, culturales, de género y también de clase.
No podemos no observar que Fernando Báez Sosa estudiaba derecho, con un enorme esfuerzo monetario de su familia y de él mismo, mientras los asesinos son mantenidos por sus padres en casi todos los casos. Distintas clases sociales. ¿Odio de clase? Fracasos, frustraciones que llevan al suicidio. Acuchillar a alguien por el motivo que sea. Todo esto requiere de una decisión, ya a la hora de buscar el cuchillo, el arma o encarar con el puño cerrado...
¿Cuál es el hilo que une, que ata todas estas historias? ¿Por qué tantos jóvenes mueren? No va a faltar quien diga que no son tantos, pero ¿cuánto es mucho? ¿Cómo se determina eso? ¿Cuánto incide la cultura patriarcal del macho fuerte que doblega a otro, cuánto las diferencias sociales? ¿De quién es la responsabilidad? ¿De la policía, del Estado, del boliche, de la escuela, de les xadres?
Para algunas de estas preguntas tenemos respuestas, para otras no.
Los medios y las juventudes
A pesar de todo esto, podemos decir que el rol que cumplen los medios es fundamental y, en ese sentido, gran parte de la prensa hegemónica pretende instalar la idea de que les jóvenes son peligroses. Al respecto y en contraposición a esta idea, debemos manifestar que es gracias a les jóvenes y las mujeres que estamos democratizando esta democracia. Efectivamente, es gracias a la movilización de grandes colectivos comunitarios donde el rol de les jóvenes es central, que se han logrado garantizar derechos colectivos allí donde no los había. El ejemplo más claro de ello es la lucha de género por #NiUnaMenos. Por otra parte, no vemos que comunicadores, medios y principalmente el Estado se estén haciendo la pregunta correcta: ¿Por qué no matar? Es sabido que toda conducta es aprehendida. Entonces: aunque parezca brutal ¿por qué sorprendernos de un hecho que está inscripto en un contexto donde las distintas formas de violencia se expresan a diario y las naturalizamos? El tema central no deberían ser les pibes, sino las distintas formas que tenemos de padecer y ejercer violencia, de género, de clase, etc. Y también: ¿Por qué nos sorprende, en un país donde se muere o se matan 15.000 personas por año en supuestos "accidentes" de tránsito? si vivimos en una sociedad donde el femicidio es parte de la vida cotidiana, con una mujer muerta cada 24 horas? si vivimos en un Estado donde cada 48 horas se asesina a una persona privada de libertad? Aún está bajo sospecha la muerte de Christian Stehli, supuestamente "ahorcado” en la comisaria segunda de Villa Gesell el 12 de diciembre pasado. ¿No lo sabían? Aún no hay respuestas sobre las violaciones perpetradas en los boliches “Pueblo Límite” de Villa Gesell y “Systema” de Santa Teresita durante Enero del 2019 ¿cuántos medios lo mencionaron?
Y finamente, ¿por qué sorprendernos si desde el mismo Estado se puso en duda que nuestros desaparecides son 30.000 y los genocidas, que no son otra cosa que asesinos seriales, caminan libremente o con arresto domiciliario?
Todo esto nos preguntamos con frecuencia, y resuena más que antes en estos momentos.
El Estado y sus in/acciones
El rol del Estado en todas estas cuestiones está, por lo menos, desdibujado. Los hechos de este último mes han dejado expuesto que debemos exigir una legislación que al menos ponga la lupa sobre la responsabilidad empresaria.
Sin embargo, desde hace un buen tiempo que no se ve la semejante movilización que realizaron los Estados provincial y municipal para mitigar los resultados del horror que llevó a la muerte de Fernando Báez Sosa. Operativos policiales, de la secretaría de seguridad, de inspección de comercio, todas acciones que, podrían haberse puesto en consideración con anterioridad.
Debemos recordar que desde la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos ya en enero del 2019 habíamos advertido sobre los hechos de violencias y vulneración de derechos que se producían alrededor de los establecimientos bailables.
Por ultimo
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Regional Tuyú Sur insta a darnos el debate necesario, dentro de nuestras comunidades, nuestros núcleos familiares, como xadres, hijes, trabajadores, estudiantes, turistes, locales, deportistes, académiques, agentes del Estado... para encontrar las respuestas más certeras a éstas preguntas y el modo, multidisciplinario, de dar algunas soluciones a las comunidades de las que todes somos parte.
Como militantes, y también como personas que viven en las ciudades de la costa atlántica, no desconocemos cuánto se han naturalizado estos hechos, por la frecuencia con que suceden, especialmente durante las temporadas de verano. Se comprende la necesidad de las personas que nos visitan de relajarse, de disfrutar, de “salir del molde” por al menos unos días, pero no cómo la muerte entra en ese contexto, cómo toma el rol de "lo que puede pasar".
Porque entendemos y defendemos que la vida y la libertad de le otre tiene también validez.
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
APDH Regional TUYU SUR
28 de Enero de 2020