Preocupación por la violación de derechos humanos en Colombia

 
LA APDH RECHAZA EL PLAN COLOMBIA Y RECLAMA UNA 
SOLUCIÓN POLÍTICA AL CONFLICTO BÉLICO, SOCIAL 
 Y HUMANITARIO QUE AFECTA AL PUEBLO COLOMBIANO. 
PARA ELLO RESULTA NECESARIO EL RECONOCIMIENTO 
DEL CÁRACTER BELIGERANTE A LAS FARC-EP Y AL ELN 
 
 
La Asamblea Permanente por los de Derechos Humanos manifiesta su preocupación por la situación de violación permanente de todos los derechos humanos existente en el país hermano de Colombia. Tal como lo denunciaran el Informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos del 2005, y el reciente informe de la misión Asociación Americana de Juristas y Abogados sin Fronteras de Quebec de diciembre de 2007, la situación humanitaria es muy grave: miles de muertos y desaparecidos, ejecuciones extrajudiciales permanentes, miles de presos políticos y exiliados, millones de desplazados, pérdida de todas las libertades, secuestros y asesinatos de dirigentes políticos, periodistas, y abogados defensores de los derechos humanos, bajo la acusación de terroristas. 
 
Desde el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en 1948, la guerra civil no ha dado respiro al pueblo de Colombia. Cuando a mediados de los años 80, los grupos insurgentes decidieron regresar a la vida política, dejaron las armas y formaron el partido Unión Patriótica, fueron asesinados por las fuerzas gubernamentales y sus grupos de choque casi 5000 militantes y cuadros políticos con sus candidatos presidenciales, entre ellos Bernardo Jaramillo, lo que motivó que las fuerzas insurgentes se rearmaran y volvieran a la selva. 
 
Cuando a fines de los años 90 se había logrado el despeje de una región para los diálogos con las FARC, la puesta en marcha del Plan Colombia decidida por los gobiernos de Estados Unidos y de Colombia, con el apoyo del bloque histórico de poder liberal-conservador, ha tratado sin éxito de reapoderarse a sangre y fuego del territorio controlado por la guerrilla , a quienes no reconoce como beligerantes, y a quienes califica de “terroristas”, mote que el gobierno de Estados Unidos aplica a cualquier disidente político de su política imperialista. 
 
El Plan Colombia ha acrecentado la presencia militar estadounidense en territorio colombiano con cinco bases militares, asegurando la existencia de las redes del narcotráfico, y la instalación de la contrainsurgencia que todos los días comete delitos aberrantes contra la población civil. Al mismo tiempo Uribe obstaculiza la entrega de prisioneros por parte de la guerrilla, como quedó demostrado a fines de diciembre cuando impidió que las FARC entregaran a varios prisioneros con mediación del gobierno venezolano y de los representantes de la Argentina, Brasil y Francia. El Plan Colombia nos amenaza a todos los latinoamericanos. 
 
Ante esa situación decimos: No hay solución militar para el problema de Colombia. Por ello exigimos al gobierno del presidente Alvaro Uribe la solución política del conflicto armado, del conflicto social y de la situación humanitaria y al mismo tiempo llamamos a las organizaciones similares del mundo, a la Organización de las Naciones Unidas y a la comunidad internacional de naciones para que reconozcan el status de fuerza beligerante a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), al ejército de Liberación Nacional (ELN) y a todos los grupos beligerantes que controlan territorio en el país hermano.
 
Comisión Directiva de la APDH
Buenos Aires, 11 de febrero de 2008.