La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos condena los actos terroristas sucedidos en los Estados Unidos y se solidariza con el dolor de las víctimas. Comprendemos este sufrimiento a partir de nuestro propio sufrimiento del terrorismo de Estado y de otros tipos de terrorismo que han provocado cientos de muertes en nuestro país, como los atentados contra la embajada de Israel y el edificio de la AMIA en la década pasada. A ellos agregamos a las víctimas del fundamentalismo basado en el dinero y en un uso arbitrario del poder económico que provoca miles de condenados a una muerte lenta por el hambre, la miseria y la falta de oportunidades para desarrollar una vida digna.
Al terrorismo no se lo elimina con revanchas ni venganzas. Las víctimas en Argentina de la dictadura militar nunca ejercimos la venganza. Por el contrario, los organismos de derechos humanos siempre luchamos por la búsqueda de la verdad, la justicia y el juzgamiento de los responsables del terrorismo de Estado en el marco de la ley. No queremos que la represión indiscriminada lleve a un cercenamiento de los derechos civiles y políticos de la población mundial, ahogando la libertad e incentivando la xenofobia, el racismo y la intolerancia.
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos hace un llamado a los países que aún no ratificaron la aceptación del Tribunal Penal Internacional, incluido los Estados Unidos, a hacerlo ya porque este instrumento es el ámbito idóneo para juzgar los actos terroristas en el mundo. Los Estados no deben actuar por su cuenta en esta materia, porque ello daría lugar a una desgobierno global, a un peligroso avance del terrorismo de Estado y de un Estado policial de nivel internacional.
Manifestamos nuestra total oposición a toda acción de guerra e instamos a las autoridades de Argentina y a nuestros representantes en el Congreso Nacional a que desarrollen una acción coordinada con el resto de América Latina para detener el crimen de la guerra y a los mercaderes de la muerte, que sólo instaurarán una geografía de hambre y destrucción.
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos trabaja por la paz mundial y busca hacerlo conjuntamente con organizaciones hermanas de América Latina. Aboga por no abandonar la legislación internacional y las normas del derecho humanitario, porque esto nos llevaría insensiblemente a una nueva Edad Media y a la pérdida de las utopías en la búsqueda de un mundo de justicia y de paz.
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
18 de setiembre de 2001