Mientras el país celebraba con alegría los 30 años de democracia, las policías de varias provincias creaban un planificado caos social con el argumento de reclamos salariales que pueden ser justos pero mediante una metodología violenta y extorsiva.
La APDH denuncia lo sucedido como una acción desestabilizante en un momento histórico que ha provocado muertos, heridos, cuantiosos daños materiales y comercios devastados por quienes aprovecharon la situación para robar. Acompañamos a las familias enlutadas o que han tenido miembros heridos, algunos de gravedad en la confusión y violencia de los hechos.
El Estado Nacional o Provincial tiene nuevamente el imperioso desafío de replantearse la capacitación y estructura de un sistema policial seriamente sospechado de corrupción, complicidad con redes de narcotráfico, trata de personas y otras formas de delincuencia.
Los hechos sucedidos han mostrado la peligrosidad de un poder policial con capacidad de debilitar el Estado de Derecho tan difícil de conseguir.
Hacemos un llamado a las Autoridades Nacionales y Provinciales a enfrentar con inteligencia y firme decisión este desafío que reclama toda la sociedad. Es el momento de pensar en una política de estado que garantice una fuerza de seguridad éticamente confiable y responsable al servicio de toda la comunidad.
Mesa Directiva
Buenos Aires, 12 de diciembre de 2013