La ASAMBLEA PERMANENTE POR LOS DERECHO HUMANOS San Luis frente a la difusión de las imágenes del horror de una requisa realizada a menores de la penitenciaria de la Provincia de San Luis no puede sino manifestar nuestro más enérgico repudio y lamentar que estas viejas prácticas represivas y punitivas, típicas de gobiernos autoritarios y dictatoriales aún subsistan en nuestra penitenciaria. Es por todos conocidos que estas prácticas permanentes de castigo, mediante tortura o denigraciones a los internos, se producen en todas o casi todas las cárceles y comisarías del país. Basta leer los informes de la Comisión Provincial de la Memoria, el Comité contra la Tortura y el CELS.
Anoticiados de estos hechos nos constituimos en la penitencia provincial, tarea que venimos haciendo desde hace bastante tiempo, cada vez que recibimos denuncias de violación de derechos humanos a los internos, generalmente por mensajes anónimos, o porque los mismos internos nos llaman para plantearnos algunas necesidades y/o denuncias que desean formular. Como siempre ayer pudimos entrar a la penitenciaria, donde nunca se nos negó el acceso.
En esta oportunidad nos encontramos con varios internos, del sector de procesados, hablamos con algunos de ellos en forma privada, algunos no sabían lo que había pasado, otros lo sabían y reconocían el hecho, conocían las causas del mismo y expresaron la satisfacción porque por fin había salido a la luz.
Tuvimos conocimiento de la aceptación de la renuncia del director quien nunca pudo desconocer los hechos que hoy nos ocupan, pero la renuncia, no es suficiente, exigimos una exhaustiva investigación de lo sucedido y castigo a los responsables del Servicio Penitenciario. Pero además tienen responsabilidad todos los poderes del estado ya que existen infinitas denuncias, fundamentalmente a la Justicia, que nunca son escuchadas.
Pese al tiempo transcurrido de democracia no existe una verdadera reforma estructural del sistema penitenciario, permanecen aún las practica aberrantes de la época de la dictadura
Reafirmamos nuestro repudio a toda forma de tortura, y exigimos la intervención de todos los poderes del Estado para que se abandone el concepto de la cárcel como castigo, y se respeten los principios constituciones, y pactos internacionales que estable la obligación de rehabilitar a toda persona privada de su libertad.-.
Nos mantendremos en alerta, luchando para lograr erradicar de las cárceles estas viejas prácticas violatorias de los derechos humanos, derechos que defendemos activa y silenciosamente, derechos que todos los seres humanos poseemos, entre ellos las personas privadas de libertad.-
San Luis, 19 de junio de 2014