La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) lamenta profundamente la muerte de nuestro compañero Héctor Timerman, integrante del Consejo de Presidencia de la Asamblea.
Héctor enfermó de cáncer después de sufrir injustos ataques y difamaciones por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán, Memorándum que había aprobado por el Congreso argentino.
La muerte de Héctor está relacionada con el hostigamiento, la persecución y la guerra mediática desatada contra dirigentes populares. Esta guerra mediática es una guerra que mata. Héctor no pudo operarse en los Estados Unidos cuando todavía estaba a tiempo, en enero de este año, debido a la causa armada por Bonadío y por la prisión preventiva que le había decretado. Cuando el juez levantó la orden de prisión por “extrema excepcionalidad” y Héctor pudo viajar, dos meses después, la enfermedad ya había avanzado y era tarde. Como Asamblea denunciamos estas prácticas perversas, responsables de su muerte.
Es una triste noticia para nuestro país, para la gente de bien y para la Asamblea, porque Héctor fue un canciller digno que defendió la soberanía del país en todos los foros internacionales, un canciller que se animó a desclasificar los archivos diplomáticos de la dictadura.
Héctor desde muy joven tuvo que salir a luchar para defender la vida de su padre, Jacobo Timerman, preso y torturado por los represores argentinos, ante la indiferencia de muchos dirigentes de su comunidad.
Para la APDH resulta muy doloroso despedir a quien ha sido miembro de su Consejo de Presidencia.
La Asamblea hace llegar a sus familiares y amigos las expresiones de su condolencia, dolor y solidaridad por esta pérdida irreparable.
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
Buenos Aires, 30 de diciembre de 2018